El coste de procesar las operaciones afecta a la rentabilidad de un minorista, independientemente del medio de pago que se utilice.

Aún se utiliza el efectivo para una gran cantidad de operaciones. Los costes relacionados con este medio de pago incluyen el almacenamiento y el transporte, la seguridad, la contabilidad y, desde luego, la transacción en el punto de venta.

Las nuevas tecnologías pueden influir en cada una de estas áreas al reducir la cantidad de efectivo que un minorista precisa mantener, disminuir el número de visitas de las compañías de transporte de fondos, evitar robos y fraudes y reducir los costes laborales derivados del conteo de monedas y billetes. En un mercado minorista que crece rápidamente, ¿puede permitirse dejar pasar la oportunidad de optimizar los costes relacionados con un porcentaje tan alto de sus operaciones? El uso correcto de la tecnología puede reducir los costes, mejorar los niveles de servicio y optimizar la rentabilidad.

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